martes, 21 de octubre de 2014

Rayos de sol en la mochila.

A veces pienso, y no sé si ustedes se dieron cuenta alguna vez que toda esta época está marcada por el odio, si hay algo que podemos definir muy bien con claridad infinita de ejemplos y contra ejemplos es la marcada tendencia hacia el rechazo, que hoy tenemos.

Felicidad? Qué es eso? Acaso hoy en día se puede ser feliz si te tenés que ir a dormir con una placa anti bruxismo y te puteaste con tu vieja porque no te querías poner otra cosa que no fuera una musculosa el día de navidad cuando en realidad estabas simplemente teniendo un ataque de rebeldía porque te sentiste impotente un rato antes cuando viste en facebook que una mina subió su foto con sus tres amigas en Asia de Cuba y no sabías qué era lo que te molestaba pero era simplemente la obvia sensación de que está mal esa foto porque ella se cogió al novio de la otra hace 6 meses y ahora pretenden que está todo bien porque se dieron cuenta que garpa más cuando están juntas las dos porque están re buenas y a vos te indigna que por más forras que te parezcan, estés celoso de su popularidad, de lo alternativas que son y de los filtritos pedorros de sus fotos que tan bien les queda, sacados por algún pelotudo con la nuca rapada y un bigotito de fascista imbécil peinadito como si fuese Flanders porque vestirse como un tarado de otra época hoy en día garpa mucho más?

O porque no podés más de la indignación al leer el artículo del blog de una mina con el pelo teñido de rosa y verde quejándose de una sociedad gordofóbica que obviamente la transformó en una pelotudita misántropa que lo único que le interesa hoy es demostrar que sus principios son válidos y están por fuera de una caja social que obviamente ya estamos todos afuera menos los infumables selfiedependientes que usan ropa marca Siamo Fuori.


O que te joda mucho que ya no puedas trazar la linea entre "ellos" y "los que son como uno", porque tenés miedo de admitir que nunca hubo una linea, y que el mundo al que tanto te rebelaste no existía y lo inventaste con tus hormonas pseudo-cheguevaristas al palo, y todo es una ilusión, y la única que te queda el día de hoy, es seguir quejándote porque seguís siendo un mediócre. Que está en el medio de todo, y no se permite ser feliz.


No, hoy no nos permitimos ser felices, porque como no se nos ocurre qué historia contar, contamos la más patética y de moda que hay. Porque hay que justificar la felicidad, como si tu nacimiento y propósito fueran justificados alguna vez.


Nono, hoy no se puede ser feliz en paz. Esta es la era de los niños medicados y los irresponsables con patologías auto diagnosticadas que siendo atractivos físicamente incitan al resto a ser tan apunta-bajo como ellos que creyeron que con una cara linda y un café, se podía triunfar.


Soy Naka.

1 comentario:

Comentate algo...

¿Qué te parece?

Datos personales